LA VIBORA HOCICUDA - Vipera latastei   Boscá, 1878


La víbora hocicuda (Vipera latastei) se distribuye por la Península Ibérica y norte de Africa. Está presente en toda la Península Ibérica exceptuando una estrecha franja que recorre todo el norte peninsular desde el extremo oeste de Galicia hasta el extremo este de Cataluña. En el continente africano se encuentra en Marruecos, Argelia y Túnez.

Vipea latastei
Detalle de la cabeza de un macho de
Vipera latastei latastei - foto: Edgar Wefer
Descripción: Es una serpiente pequeña, con una longitud media de entre 50 y 60 cm, aunque algunos ejemplares pueden llegar a medir hasta 75 cm. La cabeza tiene forma triangular y está claramente diferenciada del resto del cuerpo. Su rasgo más distintivo y por el que recibe su nombre común es un pequeño apéndice o cuernecillo que presenta en la punta del hocico.
El dorso de la cabeza presenta diversos grados de ornamentación aunque casi siempre están presentes dos marcas en forma de media luna en la parte posterior de la cabeza. A ambos lados de la cabeza presenta una banda oscura (banda postocular) que abarca desde el ojo hasta las comisuras de la boca.

A diferencia de la mayoría de colúbridos el ojo de la víbora hocicuda presenta una pupila con forma elíptica que siempre mantiene en posición vertical. Toda la cabeza está recubierta por pequeñas escamas aunque en algunos ejemplares se encuentran vestigios de placa frontal y de placas parietales muy reducidas.
El cuerpo de la víbora hocicuda está recubierto por pequeñas escamas desde la nuca hasta la cola, son las escamas dorsales. Todas las escamas dorsales son carenadas salvo la primera hilera de cada lado del cuerpo. En la parte inferior o ventral del cuerpo presenta escamas ventrales (desde la región gular hasta la cloaca) y subcaudales (cola).

Vipea latastei
Vista ventral de Vipera latastei
Foto: Raul Doblado
El dibujo dorsal de Vipera latastei es similar al de otras víboras europeas; se distingue por el característico zig-zag o banda dorsal ondulada más oscura que el color de fondo del resto del cuerpo.

Biología: Al igual que el resto de reptiles que habitan regiones de clima templado la víbora hocicuda desarrolla a lo largo del año un periodo prolongado de actividad y otro periodo de hibernación. El periodo de actividad comienza a mediados o finales de marzo, cuando las temperaturas comienzan a suavizarse, y se prolonga hasta finales de octubre cuando el descenso de las temperaturas anuncia la llegada del invierno.



Cada año durante este periodo de actividad las víboras se alimentan periódicamente.
Los ejemplares adultos mudan la piel una o dos veces cada temporada (los juveniles mudan con mayor frecuencia) y desarrollan su ciclo reproductor.
Con la llegada del invierno las víboras se ocultan bajo tierra utilizando túneles y madrigueras donde pasan todo el invierno en un estado letárgico.
Durante los 4 o 5 meses que dura la hibernación, las víboras permanecen prácticamente inmóviles y no se alimentan.

Vipea latastei
Muda de Vipera latastei - Foto: Juan Timms


Alimentación: La víbora hocicuda es un predador diurno que caza al acecho y abate a sus presas mediante su mordedura venenosa.
Los ejemplares adultos se alimentan principalmente de pequeños roedores y en menor medida de saurios, pequeñas aves y artrópodos (escolopendras, alacranes, etc).
Por otra parte, la dieta de los ejemplares juveniles se compone mayoritariamente de saurios y de algún artrópodo.
Alimentación
Alimentación Vipera latastei gaditana


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